Muchas personas le tienen terror al fracaso. Piensan que el fracaso es algo que los pondrá por debajo de quienes le rodean, robándole todo por lo que han trabajado. Otros piensan que si se mantienen en el lugar donde están, entonces no corren el riesgo de fracasar, ya que no están tratando nada. Aun otros piensan que sus fracasos son luces de advertencia que todos pueden ver cuando mas se acercan a ellos. Son definidos por los fracasos pasados y viven el presente lamentándose de ellos. Hay aun otro grupo, y es el que comete errores y fracasa en lo mismo una y otra vez, y cada vez que lo comenten se critican a si mismos porque no pueden entender la razón por la que caen en lo mismo.
Todos reaccionamos al fracaso en unas de estas formas. El problema no está en que fracasamos, sino en la reacción que tomamos cuando este nos ocurre. Es interesante, pero al escribir esto, mi mente se llena de memorias de cada fracaso que he cometido, desde el más pequeño error hasta el más grande. ¿Por qué? Porque soy humana también. Ahora podría decir una frase bonita de algún escritor famoso, o de alguna persona celebre, de cómo ellos definen el fracaso y lo hermoso que presentan como salir de este. Pero en realidad de nada le serviría a usted. Usted puede ver por si mismo estas frases, puede investigar lo que otro ha hecho cuando fracasó, y se puede auto-inspirar con historias de personas que han fracasado y han usado su fracaso como peldaño para el éxito.
Sin embargo, lo que usted no va a encontrar en ningún lugar es la reacción que esta teniendo al leer estas palabras, los pensamientos de suspenso para ver qué puede aprender nuevo, y como lidiar con esa memoria de un error cometido. Quizás está fracasado en este momento y está buscando leer algo que lo aliente. Le tengo buenas noticias, lo que necesita para salir adelante está en usted.
Todos sabemos que el fracaso no es algo que acaba con nosotros a menos que lo dejemos. Estamos conscientes que nuestros errores nos pertenecen y tenemos el poder de usarlos como catapulta para nuestro éxito. Todas las memorias de errores cometidos en el pasado, deben servirle para ayudarle a conocerse a sí mismo. Al ver los errores cometidos, dele gracias a Dios porque le está enseñando las áreas de su vida en las que Él trabajará. Le está dejando ver que necesita ser desarrollado y cambiado. No importa si ha cometido el mismo error 20 veces, el saber que es un error le dice que usted está en la disposición de hacer cambios.
Por eso, no le voy a inspirar ni le voy a contar más historias, sólo le voy a desafiar a que deje de mirar a otros, y empiece a conocerse a sí mismo. Al hacer esto, verá que sus errores pueden ser convertidos en impulsores, que sus errores le pertenecen, y que sólo se convierten en fracaso total, cuando usted no actúa para no volver a cometerlos.
Use lo que hizo en el pasado para tener un mejor presente que le lleve al futuro que Dios desea de usted.
Si se enfoca en su fracaso, seguirá fracasando, pero si lo usa para seguir adelante, para que lo impulse a no cometerlo de nuevo y para ayudar a otros a no cometer el mismo error, entonces usted estará caminando por el camino de éxito que lleva a una vida de excelencia. La vida no se mide en cuantos fracasos esquivó, sino en cómo usó los fracasos que cometió. La pregunta es: ¿Usará usted sus errores y fracasos, o dejará que ellos lo usen a usted?
